XXI
ZEUS
Por el yerro de un niño excéntrico en
el arco
He sido Cisne para Leda,
Toro para Europa,
Lluvia de oro en el cuerpo de Dánae,
Y he sido también
El águila de cobre que cruza los
espejos
Trajinando entre sus garras
El cuerpo vigoroso de Ganímedes.
Me he metamorfoseado en sátiro,
para elevar mi procedencia
A la desnudez espontánea de Antíope,
Y conquistar con la égida
la castidad de sus rodillas.
Sin embargo,
A la hora de blandir mi rayo contigo
¿En qué bestia debo transformarme?
¿Cuál el animal que logre tu fisonomía?
Me pesa esta sentencia de ser dios y
padre del Olimpo,
Acumulador de nubes, escanciador del
rayo
Y no poder llegar a la simpleza de tus
glúteos,
A la sencillez insoportable de tu espalda.
¿En que bestia, pues, debo
transmutarme?
¿Qué cernícalo para acceder tus
entusiasmos,
Tus volcanes y tus ruinas?
He escapado de la boca de Cronos
milagrosamente,
He derrotado a los titanes,
He esgrimido con mi trueno el Tártaro
Más,
¿Qué hazaña me asegura tu caída?
¿Tu ciega pasión, tus estrellas
rojas?
En qué animal amor,
Oh!,
En qué animal?