sábado, 25 de enero de 2014

ANIQUIRONA VI

Pintura de César Santos.




VI




La vaciedad del infante tiempo
Antes de tu luz
Chocaba con la casa
Golpeaba las paredes
Las lejanas puertas.

El camino
Apenas cerca
Extendía sus aleros a mi playa.

¿Cómo coordinar los movimientos
para alcanzar la distante orilla?

Era yo un diminuto pájaro de piedra
Silente y ciego a otras latitudes
Un crustáceo hecho de cemento
Perdido en el silencio del mar y de la roca.

¡Sálvame, pálpame!

Allí te he avizorado
En la nada
En el monólogo del viento
En la ingravidez del día
En la raíz del todo originario
En el principio del lenguaje
Y en la voz del río
De la noche
De la luna
Y de los campos
Que se izaron en mi oído.

Aniquirona
La plenitud ligera de mis alas
Luego de tu luz
Voló madura hacia tu bosque.

domingo, 19 de enero de 2014

ANIQUIRONA V



V



¿Qué hacía yo
en medio de esa gente?
De ese pueblo a obscuras?
¿Por qué me llamaban al oído esas palabras?
Deja la luz a medias
No hay necesidad que te desvistas.

Amarnos así
Sin tocarnos
Sin miramientos
Amarnos sin ni siquiera vernos
Con la luz baja
Sin mirar culpas ni querellas.

Allí te amo
Como tú lo propusiste
Sin ni siquiera desnudarnos
Sin escuchar tu respiración
Sin escuchar la mía.

¿Por qué al salir del cuarto obscuro
corría esa brisa redentora?

Las ágoras estaban pobladas de caras sonrientes
No reconocí a nadie
Pero la brisa seguía llegando
Y la luz de un sol lejano
No encandilaba aquel camino.