domingo, 3 de junio de 2012

XIBALBÁ


XXIV



Vinieron a buscarme

Y yo estaba dormido;

Pesado como una roca;

Enclavado en el equinoccio de Bonampak.

Tocaron a mi puerta

Y yo no estaba.

¿Qué te habías hecho

Leviatán de ocho cabezas?

¿Dónde dormías gran Dragón Escarlata de la muerte?

Los tres gemelos nacidos de las aguas de Chac

Sabían la talla exacta de mi nombre.

¡Xibalbá!

Replicaba el espejo de los trece cuernos

En mitad de un eco inefable,

Un tumulto de voces entre lo indeterminado y lo lleno,

El todo y la última cifra.

Vinieron por mí

Y yo estaba perdido,

Ausente de mi propia cara.

¿Qué te habías hecho, hijo de la Terra?

¿A dónde se elevaban tus plegarias, amante de la lluvia?

Tu Obsidiana, los treinta pájaros Pich, tu magia roja?

Vinieron por mí

Y yo ya estaba lejos,

Libertado de sus jaulas,

Distante a sus grilletes.

Vinieron,   

Y estaba muerto,

Recónditamente lejos,

Abrazado al halo insospechado de las tinieblas.












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