XIX
CRONOS
¿Ves el tiempo que fluye entre mis
manos?
Es el mismo del que está hecho el
paraíso,
El Olimpo, La manzana,
La raíz que se trifurca,
El minuto que demoran mis dedos en el
ejercicio de delinearte.
Mi lengua va determinando el óleo
–duro ejercicio de lograr la simetría-
Y el beso
La isla oscura y tenebrosa de tu amor.
El color se pendula entre mis dedos;
El cuadrante de unos labios en la
probidad de tu organismo:
Suben y descienden los relojes:
Como el cosmos, la serpiente, la
cuchilla
Los yelmos se afilan
Las yacijas se dilatan,
La noche corre presurosa en las hélices
de un pájaro.
Lee los segundos en mis manos,
Respira el ánimo de una noche y un día
que nunca acaban
Es el tiempo por el tiempo
El minuto elástico de tu boca,
La jornada que llevas en los perdigones
de tu fruta virgen.
Ojea mis palabras
Son las mismas arrancadas de un color
que no logra definirse
El tiempo donde todo se liquida:
Se disgrega el amarillo,
Se duerme el rojo,
Se traza un fragmento de tu pecho o de
tu talle.
Tu cuerpo yace entre mi cuerpo,
¿Es el tiempo el que fluye entre mis
manos?