V
Mi joven amada
Habla de lustros y de décadas
Como si se tratara de una flor abierta
A la lengua de una mariposa.
Es como si de su boca todo rejuveneciera,
Todo adquiriera el brillo del celofán
Para la navidad que aún no hemos tenido.
Mi joven amada me habla del invierno
Como si la hora del otoño estuviera aún
distante.
Para ella no existen las partidas;
Nuestros hijos retozan sobre el árbol de la
noche
Y los vientres desnudos aguardan el calor de
una luna nueva.
Mi joven amada no sabe que cien años
Duran lo que un pábilo en la superficie de una
lámpara.
Todo ha pasado para los dos.
Todo ha terminado para los dos.
Mi joven amada me abraza;
No sabe que se envejece
Mientras una hoja cae sobre el césped del
solar.