V
¿Qué
hacía yo
en
medio de esa gente?
De
ese pueblo a obscuras?
¿Por
qué me llamaban al oído esas palabras?
Deja
la luz a medias
No
hay necesidad que te desvistas.
Amarnos
así
Sin
tocarnos
Sin
miramientos
Amarnos
sin ni siquiera vernos
Con
la luz baja
Sin
mirar culpas ni querellas.
Allí
te amo
Como
tú lo propusiste
Sin
ni siquiera desnudarnos
Sin
escuchar tu respiración
Sin
escuchar la mía.
¿Por
qué al salir del cuarto obscuro
corría
esa brisa redentora?
Las
ágoras estaban pobladas de caras sonrientes
No
reconocí a nadie
Pero
la brisa seguía llegando
Y
la luz de un sol lejano
No
encandilaba aquel camino.