II
Toda
vez que me aproximo a Schuaima
La
muerte posee la voz
De
múltiples aves
El
aire azul revolotea de fibra en fibra
Mientras
las piedras
Juegan
a pronunciar sus palabras menos comunes
Y
las hojas saben de antemano
Que
soy nuevo en este sitio.
Aniquirona
Hay
un yo que me detiene
Que
se esmera en el regreso.
A
veces pienso
Que
ese habitante
Joven
entre los viejos
Ama
las mismas cosas
La
obscura puerta de las posibilidades
La
famosa casualidad de las instancias
¿A
dónde van todas esas voces
que
me conducen a tu reino?
Sigo
las hojas que corretean presurosas
Sigo
la lluvia y su música húmeda
Sigo
los pájaros y sus ondas
Hay
una aproximación entre el lenguaje de los árboles
Y
el mío.
Sólo
así puedo acercarme
Sólo
así sé que existo
Y
que el camino no es camino
Sino
va cargado de palabras y de voces.
Estoy
en Schuaima
He
llegado con la brisa
Sólo
su silencio musical me satisface
Aniquirona:
¡Hablemos
de poesía!
*Pintura de César Santos.