domingo, 10 de abril de 2016

¿A DÓNDE VAN LOS DÍAS TRANSCURRIDOS? VIII



VIII



Y la casa se fue resquebrajando.

Fue como una fruta fresca,

Expuesta al maderamen de los días.

Entonces se fue hinchando para sí;

Se fue desmoronando sobre la arenisca de la noche.

Los dedos dolían tratando de frenar su precipicio,

Tratando de interrumpir lo inexorable:

Cuando algo está al borde del abismo

-como la muerte misma-

No hay ángel o demonio que detengan lo que Dios pone a rodar.






domingo, 3 de abril de 2016

¿A DÓNDE VAN LOS DÍAS TRANSCURRIDOS? VII




VII
Al pueblo de Hazara.




Respiro

Me tomo los alientos que hay entre una vida y otra.

Es lo único que queda

Lo que logro encapsular en el camino por la muerte.

Todo sucede tan a prisa,

Apenas levanta uno la vista al aire

Y otro dardo es disparado

Con la mezquindad con que se dispara el atributo

El sueño,

La pocilga que se tiende cada vez que fallece un escritor.

Entre una vida y otra

Siempre habrá un resuello por recoger

Un lamento por coleccionar.

El cáñamo que se arrojó desde la infancia

Se va desmenuzando hasta quedar reducido a eso:

Otro aliento;

Es como si uno recogiera con nostalgia

Los fardos que van tirando a la vera del camino.

Nadie sabe quiénes son  sus dueños

Nadie  lo que llevan dentro.

Entre fardo y velas

Se va desmoronando la vida,

Lo que queda de su vaho.

El aliento puede ser el nuestro:

Una tímida esperanza empaquetada para la suerte de los que faltan por morir.







domingo, 13 de marzo de 2016

¿A DÓNDE VAN LOS DÍAS TRANSCURRIDOS? VI




VI



Las quince candelas que se van apagando

Asemejan la vida.

Cada candelabro es una historia,

Un ascender por el primer borrador de tu página de espejos.

El ir descendiendo por estos cristales

Supone cierta alegría inocente:

Uno va destejiendo retazos

Pequeños ardores de infancia y de juventud.

La madurez se torna sombría conforme avanzan las horas.

La llama del pábilo oscurece;

No por los años que desfilan entre montículos

Sino por el tapiz “racional” que le añadimos a lo que resta de camino.

Hay una vela que no se apaga nunca,

Que insiste en un eterno resplandor

Pese al frío que traen consigo las primeras lámparas del día.

Quizás sea la muerte

La flama del vacío más puro


Que fulgura junto a la llama que obstinada golpea a la puerta.

domingo, 6 de marzo de 2016

¿A DÓNDE VAN LOS DÍAS TRANSCURRIDOS? V



V


Mi joven amada

Habla de lustros y de décadas

Como si se tratara de una flor abierta

A la lengua de una mariposa.

Es como si de su boca todo rejuveneciera,

Todo adquiriera el brillo del celofán

Para la navidad que aún no hemos tenido.

Mi joven amada me habla del invierno

Como si la hora del otoño estuviera aún distante.

Para ella no existen las partidas;

Nuestros hijos retozan sobre el árbol de la noche


Y los vientres desnudos aguardan el calor de una luna nueva.

Mi joven amada no sabe que cien años

Duran lo que un pábilo en la superficie de una lámpara.

Todo ha pasado para los dos.

                                                   Todo ha terminado para los dos.
Mi joven amada me abraza;

No sabe que se envejece


Mientras una hoja cae sobre el césped del solar.