viernes, 13 de junio de 2014

ANIQUIRONA XXV



XXV



Aniquirona
Hembra suave y sudorosa
Que posas y rehuyes sucesiva entre los pinos,
Ángel que montas y remontas
Para formarte en mi memoria.

Hay días en que pasas presurosa como un bosque
Y no te veo entre mis carnes ni mis velas,
Pero otros, de súbito como un rayo
Llegas
Desnuda,
Limpia,
Llena
Y me habitas,
Me posees
Me diluyes como un río que desciende por la muerte
Hasta constituirse en poesía.

Aniquirona de vientos y madreselvas
Para algunos eres sorda
Para otros serás necia (pobre de ellos)
Para mí que soy igual a nada
Para mí que soy la paz de tus orillas
El fin de tus principios
Eres la inescrutable ola que me puebla,
El súbito de estrella que me llama

viernes, 6 de junio de 2014

ANIQUIRONA XXIV




XXIV



Con la misma intensidad
Con la que se honran las alturas
Honraré tu sabio cuerpo Aniquirona
Como se honra un muelle
Una collera
O un océano nocturno
En los plácidos ámbitos del tiempo.

Con la transparencia del amor infatigable y ebrio
honrará tu collar de mariposa
tus labios de gaviota subceleste,
tu cabellera solitaria como un faro
en una oscuridad tímida y plegada
de velámenes y olores.

Honraré tus senos de estatua grecorromana,
Tu boca refulgente
Como la hoguera del exilio
Tus ojos negros y profundos
Como el camino silencioso al Rogitama;
Río que concentra en su corriente
Tu súbito de estrella
Tu cauce de pájaro metálico
Tus vértices de luna llena
Entre la materia y el espacio
La máscara y el tiempo.

Honraré tu fondo
Tu esperma,
Tu savia,
Tu verbo
Tu número en cualquier constelación y estado
Tu mágica apariencia
Tu forma fantasmagórica
Ese sueño que tú eres
Ese sueño que los dos forjamos
En alguna noche solitaria
Desde algún lúbrico rincón
Cuando aún no entendíamos
La razón ilógica del tiempo

viernes, 30 de mayo de 2014

ANIQUIRONA XXIII

Pintor Chino Guan ZeJu



XXIII




Aniquirona
¿Qué tipo de alimento
soy para tus labios?
Yo que aspiro a ser
Algo productivo en esta tierra
Me cuestiono ahora
Cuando me sé
Pan, vino, pez, agua y viento;
Y me sé
Sabio y dulce como el ámbar
De los orientes mágicos de Schuaima.

¿Qué tipo de alimento me deseas?
Tus labios pueden aprender de mí muchas cosas
Soy música, guitarra, salvajina y madreselvas
Apenas un fragmento del cenáculo
Un trozo de la pesca y la cascada
Del río y la paloma.

Ahora cuando me sé bosque
abeto, tábano, aliso, álamo y yarumo
tú puedes ser pájaro;
ahora que me sé agua
tú puedes ser el río
que cruza mi vaporoso ayuntamiento

puedes ser metal, cuchillo, espada
busca tu herramienta, tu cubierto más sagrado
éste será nuestro último reencuentro
el vino y la mesa
ya están en su cometido invisible
como un prefijo de las cosas
y los tiempos últimos de la cena
postergada al caleidoscopio de los giros.

¿Qué tipo de alimento me deseas?
Bebe de mí
La fuente inconsútil de la vida

Yo soy el pan que tú esperabas
Tú,
Los labios que inmortalizarán mi carne
Y harán de mi luz
Una lámpara
Un entendimiento
Para la hora advenediza de la muerte.


domingo, 25 de mayo de 2014

ANIQUIRONA XXII

Pintura de César Santos


XXII


A Roberto Chavarro Chavarro






Aniquirona
¿Dónde están los versos perdidos?
¿En qué lugar la alforja
que esconde las palabras
y el mundo de las premoniciones?
¿En que lugar los pañolones de las viudas
que enlutaron su tristeza
hasta fraguar la música?
¿Acaso en Schuaima la luz?
La gran nube en forma de ánfora
Donde todas las tristezas se evaporan
Y los niños juegan con los tamariscos y los pájaros?
Schuaima es la nación
Donde todos los que se fueron han llegado.

Crucen amigos de infancia
Vengan marineros y soldados muertos
vengan prostitutas
que los músicos desnuden su tristeza de guitarra
y los villanos se levanten de las prisiones
¡Hay pan para todos!
Venga también el salmista, el misionero,
Judíos, mahometanos y gentiles
Crucen pescadores con sus redes de plata
Y el místico con su trozo de parafina.

Marchen hacia Schuaima
La luz de la lámpara gigante
Es el arco de la travesía.

Marchen que las campanas del calvario
Han cesado su repicar de entierro
Y la brisa se ha detenido
Para no despeinar el sueño
De extranjeros y visitantes.

Aniquirona
Ha llegado el instante de multiplicar pájaros y peces
Es la hora del fuego
La hora del canto y el grito
Despójense de su armazón y de su escafandra
Los científicos
Vengan los alquimistas con el rayo y el trueno.

Marchen hermosos gusanos
Es hora de tejer las alas para remontar el vuelo,
Después de la metamorfosis
¡Todas las larvas serán mariposas!