sábado, 10 de mayo de 2014

ANIQUIRONA XX

Pintura de Alejandro Rosemberg
Alejandro Rosemberga
Alejandro Rosemberg



XX




En el bosque de los bambúes
Más allá de los arrozales del hombre
Donde se alza una lengua sabia y nueva
Está Schuaima.

Allí habita una mujer
Que me dio a seguirla
Y hoy
Bajo estos cordeles y este techo gris
Ella no está.

¿Dónde estás amada extranjera
que te diste como un pan
en la noche del vino?
¿Dónde estás hermosa viajera
que multiplicaste el pan y los peces
con uno solo de tus poemas grises?

¿Dónde estás Dulce Aniquirona
que me enfrentaste al sueño y a la vigilia
en esta nueva dimensión de la muerte?
No puedo hallarte
Y un viento aromoso
No trae noticias sobre tus nuevos pasos,
Tal vez tu cometido para conmigo
Haya terminado.

Solo me queda el mar,
Sus ondas y ecos
Que suben hacia estas costas desiertas
Deben traer voces o palabras.

He de esperar pacientemente
Estas oníricas visiones
 Y enfrentarme de nuevo a la vida
Para remontar sobre las aguas
El viaje hacia el todo y la nada
Más allá de la Ínsula del Sueño.

jueves, 8 de mayo de 2014

LA MORTE



La morte

A Laurent Vigouroux,
morto a  Iquítos - Perú, 24 aprile 1999.  


Come posta in uno spazio vago e remoto
la morte si va avvicinando  fino a prenderci la mano.

Si può pensare che essa sia  la nostra ombra o il nostro sonno,
magari una sorella maggiore
che da molto tempo ha abbandonato la casa
ma che d’un tratto ci sorprende
con la sua ondulata presenza
o il suo pianto di prodiga bambina. 

Nell’ebbrezza della notte  la morte  
col suo canto di civetta,
con le sue grandi ali d’oro arrossate dal fuoco,
ci risveglia dal sonno o dal letargo
ci lancia verso la calma definitiva del buio. 

Allora comprendiamo che ci è stata sempre vicina
che la sua presenza era come il fragore d’un fiume
che costeggia il margine della nostra foce più vicina. 

Ma nel momento dell’abisso
nel momento del concerto fatidico
-quando l’uccello Fanza canta il suo requiem nel cortile interno o suonano le antiche campane-
la morte ci è tanto familiare
tanto nota che l’ombra impenetrabile
d’improvviso si trasforma in esplosioni di fuoco
e la notte orrida
in un labirinto di profumi
da dove cominciano a fiorire anemoni
nel casolare posto sull’altra sponda.

WINSTON MORALES CHAVARRO
Trad. di Angelo Manitta 

domingo, 4 de mayo de 2014

ANIQUIRONA XIX

Pintura de César Santos


XIX




¿Sabes lo que está escrito en el olvido?

O en la memoria divina del túnel?

¿Sabes dónde remontan las cometas del sueño

después del aire cetrino?

¿Dónde andará aquel aire?

¿Dónde El viento que mece el ciprés y la encina sagrada?



Aniquirona que danza entre árboles viejos

¿Qué es lo que canta el pájaro de la noche

en este camino a Schuaima

en este recoveco azul

cuya música llamea como una espiga

y funde en la espirálica noche

esta líquida sombra

que diluyen mis miembros

hasta volverse un cordón amarillo?



Forastera

Para la luz basta cualquier sueño

El principio: Mariposa, cometa alada

Viene después de la noche

Cuando alas despliegan al borde de la bujía

En donde la oscuridad es suave

Y pasa como un río

Encandilando de hermosas tinieblas mis ojos,

Blancas y crespas tinieblas

Donde el canto y el grito

Son música lumínica

Donde el salmo y las voces

Apenas un himno

Que resplandece a oscuras.






domingo, 27 de abril de 2014

ANIQUIRONA XVIII

Pimtura de César Santos



XVIII


Mujer en el espejo
Dime, en dónde empieza el tiempo
Yo soy el polvo que no vuelve al polvo
Soy la lámpara que busca el combustible
O acaso la luz precisa
De llama candorosa.

Es preciso reconstruir el tiempo
El inexistente tiempo
El de tez arrugada y pálida
El inventado por los jóvenes
Y maldecido por los viejos.

Yo soy el polvo que no vuelve al polvo
Soy el barro sagrado que quedó en las manos
De un hombre viejísimo,
Soy la luz, la crisálida,
La frágil mariposa que se endurece con los días.

Es preciso reconstruir el tiempo
Dibujarlo con otros rostros, con otra cera
Hacerlo liviano
Desnudarlo y vertirlo como un niño
Hacia otra orilla
Decirle en la cara que no existe.

Dime en dónde empieza el tiempo
¿Dónde la música del olvido?
¿Dónde la resurrección de la palabra?
¿Dónde sin la vaciedad de ese infante tiempo
que persiste en agobiar a los espíritus felices
y a los hombres laureados por el sueño?