Pintura de César Santos. |
III
Aniquirona
Cuando
bajo las escaleras de la casa
Pienso
que esta es otra forma de llegar a Schuaima
-el
reino del gran más allá-
puede
que descender
sea
otra forma de ascenso.
Allí
Al
otro lado de este día
Está
el tren que debe transportarnos.
Llueve,
Llueve
Minutos
La
carretera adversa,
Va
el camino
Contragolpeando
este chasquido de paisajes.
Por
la ventana
El
puente de los árboles
Una
puerta
Un
árbol de pájaros azules
El
río de los caracoles
Todo
se aglutina en torno nuestro
Sólo
el tren va por el camino
Y
con él
El
canto distante de los rieles
La
música de la calle
La
voz continua de la lluvia
Una
luz lejana que me llama.
¡Silencio,
silencio!
Voy
prendido al viento
Floto
Y
me doy cuenta
Que
la muerte es música
Y
a la muerte hay que escucharla
Con
los oídos despiertos.