jueves, 12 de diciembre de 2013

ANIQUIRONA I



I








Y estoy buscando las voces del camino

Para traducirlas

Seguro llevarán tu nombre

He aprendido a interpretar la voz del viento

Esa misma que arrulla las hojas entreabiertas

De tu árbol.



¡Aniquirona,  Aniquirona!

Te llama el río

Y en las gotas frenéticas del aire

Va tu aliento prendido a las veletas.



Al cuenco de mis manos

Llega impetuoso el sol

Con el oro y el trigo de tu cima

¿Debo ascender al principio del lenguaje?



Allí narran las gaviotas


Los días difíciles del cielo

El trasbordo misterioso de las nubes

¿Debo traducir el idioma musical de sinsontes y de mirlos

para conocerte?



He de cuestionarme


Mujer de largos sueños

E inexplicables trances

Cuál es el país al que me invitas?



Apenas sé cómo te llamas

Me lo ha contado el río

Y sé que Aniquirona

Es el umbral de otros caminos.



* Pintura de César Santos










domingo, 1 de diciembre de 2013

CIRCE



XXVIII

CIRCE


 




Y el amor regresa siempre,

Recorre los caminos

Por donde una vez anduvo.

¿Qué es el amor sino el tiempo perdido?

Aquel que nunca ha doblado sus relojes

Viene sobre esta playa cuyas olas carecen de circunferencia:

Aquí de nuevo el amor,

el pasado que es otra forma de pasado,

El presente que no existe sino en la luz del abandono.

De nuevo el amor,


Las esferas, los navíos, las batallas.

De nuevo el descenso al Aqueron

El ascenso a una visión que ya no existe:

Nunca se parte hacia lo oscuro

Quedan las cosas gravitando por el éter,

Los huesos, la carne,

El éxtasis metafísico levitando entre la sal.

¿A qué has venido hijo de Laertes?

¿Para qué emerger de la espuma y de la nada

Cuando tu vientre ya dibuja otras raíces

Y esas fisuras dejadas por el tiempo

Surcan los imperios de lo ruinoso?

Ahora que las luces de la muerte


Asoman su portento por tu puerta

¿Para qué dejar de nuevo Ítaca?

¿Qué puedes amar en esta mujer

Cuya mejor edad es la de la hechicería

Y mejor principio la debilidad de lo que nunca amaste?

Aquí de nuevo el amor,

Telémaco, Filoctetes, la saga

De nuevo Ulises, el preclaro,    

Las piedras

La figura de un reloj cuyo péndulo es la muerte

Y su mejor círculo

El estado intermedio entre el tiempo

                                                  Y un vacío que no termina de llenarse.







domingo, 24 de noviembre de 2013

ÍCARO



 

XXVII

ÍCARO





Tus ojos son mis alas.

A través de ellos me descubro

Y veo la vida sin dobleces,

Sin sombras.

Cuando tus ojos me confrontan

Cuando vienen sobre los míos

Sé que son mi vuelo

El motor de lo estacionado

La cera perdida que cose mis plumas.


Y cuando desnudo me remonto a las alturas

Tus ojos me dan la claridad para salir de ciertos laberintos

Me dan las alas,

La simetría de un ángel ortodoxo,

La tranquilidad de caer

Sin lograr el purgatorio o las brasas del que peca.


Tus ojos me hacen libre,

Me redimen de cadenas ganadas con el tiempo,

Fraguadas por mi condición de hombre;

Mi circunstancia de cordero fuera del astil.

Cuando me vislumbras,

Cuando elevas tus ojos a mis latitudes

Me siento un ángel patriado en tu universo

El hombre recuperado

El pecador feliz de su destierro.

Tus ojos son mis alas

El motor que nunca tuve

La hoguera que calcina y quema.


Tus ojos:

Perdición,

Pecado,

Alimento.