domingo, 1 de mayo de 2016

¿A DÓNDE VAN LOS DÍAS TRANSCURRIDOS? IX




IX




Cuando el cerezo se desgaja con la tarde

Sólo queda una ventana,

Un pequeño precipicio que asoma al horizonte.

Cada capullo de la fruta es una alcoba al firmamento,

Un extenso dormitorio

Por donde temblorosos pasan los años.

En esas habitaciones se respira el mundo,

El olor de las frutas que no fallecen,

Que persisten en aromar la noche.

Desde esa ventana veo trinar las aves

Y creo que la vida aún es hermosa para llorar con ellas.


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