Pimtura de César Santos |
XVIII
Mujer
en el espejo
Dime,
en dónde empieza el tiempo
Yo
soy el polvo que no vuelve al polvo
Soy
la lámpara que busca el combustible
O
acaso la luz precisa
De
llama candorosa.
Es
preciso reconstruir el tiempo
El
inexistente tiempo
El
de tez arrugada y pálida
El
inventado por los jóvenes
Y
maldecido por los viejos.
Yo
soy el polvo que no vuelve al polvo
Soy
el barro sagrado que quedó en las manos
De
un hombre viejísimo,
Soy
la luz, la crisálida,
La
frágil mariposa que se endurece con los días.
Es
preciso reconstruir el tiempo
Dibujarlo
con otros rostros, con otra cera
Hacerlo
liviano
Desnudarlo
y vertirlo como un niño
Hacia
otra orilla
Decirle
en la cara que no existe.
Dime
en dónde empieza el tiempo
¿Dónde
la música del olvido?
¿Dónde
la resurrección de la palabra?
¿Dónde
sin la vaciedad de ese infante tiempo
que
persiste en agobiar a los espíritus felices
y
a los hombres laureados por el sueño?
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