jueves, 20 de diciembre de 2012

CARTA DE LOS FARISEOS A JESÚS DE NAZARET










 Niño de Belén

Tú que vienes de las pesebreras,

De ese silencio absoluto

Donde la sabiduría se puebla

De viento, de río, de calambrinas olorosas

E invade de lluvia

Al aliso, al cajeto, al siete cueros de la montaña

Enséñanos a conjugar la belleza.

Tú que eres viajero de otras épocas

-Distantes a las nuestras-

Enséñanos a bautizar las encinas del bosque,

A respirar el silencio

A orillas de la Quebrada del Muerto.

Niño de las grutas subterráneas

De Zoar y los caminos,

Tú que conoces el vaivén de las hojas

Que atraes la revolución de los peces,

Que vas hasta lo arduo del valle

A dejar tus pisadas de lluvia

Sobre las tierras infértiles del Monte Nebo,

Danos esa sabia forma de mirar el mundo

El silencio sagrado que atiza nuestro pecho

Para reconocer en las piedras

La amalgama de los mármoles y los diamantes

Y el gozo de las inescrutables semillas

Que caen como navíos de viento

Al piélago desnudo del Rogitama.

Somos los fariseos del templo

Y nada nos consuela tanto

Como el sonido del metal en nuestras prendas,

Danos la posibilidad  de levantar en tres días la casa,

De restituir nuestros cuerpos apócrifos.

Con tus azotes de salvajina y madreselva

Haremos un nudillo de escamas

Para nuestras almas saduceas

Y remontaremos  el vuelo como frailecillos copetudos

Hacia la inmortalidad que tú meditas.

Allá lejos

No habrá más ofrenda que la contemplación de los cuatro metales

Y un candelabro de cobre

Dará luz a nuestros ojos;


Un cielo bramante de estrellas

Esparcirá sus imanes

Y no habrá cenit, ni crepúsculo, ni nadir,

Sólo una nada absoluta

Que sólo conocen los hombres de las estrellas

Y que tú,

Niño de las premoniciones más remotas,

De las verdades inverosímiles más lejanas

Has escrito con tu sangre de ciprés,

Has dictado con tu canto de azor

Y tu mirar diluido en la hoguera de las sienes

Cansadas por las piedras.

Haznos libres huidizo niño de Belén

Que las borrascas del templo sagrado

Han hecho de estos fariseos

Un cúmulo de huesos erráticos.
















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