sábado, 18 de febrero de 2012

DICOTOMÍA (O DE LOS INDIGNADOS)


Dicotomía
(O de los indignados)


Hamlet, príncipe de Dinamarca y personaje monumental de William Shakespeare, afirmaba: ser o no ser, esa es la cuestión. 
El aforismo del joven danés no es aplicable en la sociedad contemporánea, por lo menos la nuestra, donde vivimos ataviados de consumo, capitalismo, egocentrismo, opulencia y profusión. 

No es factible ocuparnos de la duda, de la pregunta existencial del personaje de Shakespeare sobre el Ser, la esencia o las luminiscencias del alma y del cuerpo. En nuestras sociedades modernas el aforismo se transforma en No Ser o Tener. Esa parece no la cuestión sino el requerimiento inmediato, la carrera loca del acumular, del tener, del poseer, sin importar los medios, las terribles, casi demoníacas consecuencias
.
Occidente, sobre todo Estados Unidos, se ha afanado por levantar edificios, dejando abajo los espíritus. El “progreso”, el desarrollo económico, el potencial bélico, no garantizan que un país sea maduro o posea conciencia, algo que se percibe en India, China, Japón, Irán o Irak, considerados, algunos de ellos, países tercermundistas o pobres. 


El sistema nos empuja, nos acorrala en la dicotomía del No Ser o del Tener. La mayoría de nuestras culturas perecen, abandonan la lucha, se entregan en las aguas escatológicas del sistema: compra + consumo + acumulación + apariencia: simulación. 

No hay nada más gracioso que ver a un hombre “moderno” buscando su autocomplacencia en los centros comerciales (como si quisiera abarcar en un segundo todas las cosas de las que estuvo privado por décadas). Atrás el Ser, algo que creemos compensar con una misa los domingos; atrás la esencia, el crecimiento espiritual, el progreso intelectual y académico –aunque eso de los cartones, de los doctorados, no nos salvan de purgatorios-. 

“Te veo mal”, me dijo un amigo de apellido Guzmán cuando me vio andar en bicicleta por las calles polvorientas de la amurallada. Lo lógico es que el profesor universitario se movilice en un automóvil, al menos en uno de esos carros chinos que llegaron a 18 millones de pesos. Un hombre de éxito, un hombre de la clase emergente no puede rebajarse a esas situaciones: andar a pie, montar bicicleta, ir a mercados populares. 

Un hombre “triunfador” ostenta cierta aura, así sea artificial, cierta aureola dada por las tarjetas de crédito, los bancos. Entonces anda por las vías con paso seguro, lleno de vacío, de oquedad, de frivolidad. Su afán es tener más que el vecino, poseer más que el vecino, tener más de lo que tuvo su padre. Y no hay nada peor que el vecino tenga un carro más fino que el suyo, una mujer más bonita que la suya, una casa con mayores lujos que la suya.

No Ser o tener, esa es la cuestión. Esa red, esa telaraña que se teje desde afuera, atrapa sin piedad, sin misericordia. Ese es el camino, la vía, la lógica existencial del hombre contemporáneo. Cuando los medios nos repiten a diario que seremos mejores si usamos tal o cual producto, que seremos hombres y mujeres de éxito si asumimos tal lenguaje, tal idea, tal producto, es muy complejo sustraerse de dicho simulacro, de tal axioma o decreto. 

Los medios determinan lo que somos y lo que seremos. El consumo nos atrapa, nos envuelve. Al final no es el hombre quien consume, quien decide; es el mercado quien determina lo que se debe consumir.
No Ser o tener, esa es la cuestión.







7 comentarios:

Eliana María Cárdenas dijo...

Nada más cierto, en la actualidad la esencia del hombre, sus principios, sus sueños se reducen al Tener, en entonces la ética, el valor y el carácter parecen devaluarse a lo mínimo, están condenados a desaparecer y con ello el respeto por los otros, por nuestro entorno y por nosotros mismos. Te felicito Wiston, muy buena tu reflexión.

JUAN CARLOS dijo...

Buena reflexión y muy acorde con los tiempos que vivimos, donde tenemos más, pero nos tenemos menos. Y la maldición para quien entra en esta espiral es que nunca tendrá suficiente.
Saludos y siempre adelante.

Carmen Rojas Larrazabal dijo...

"Los vencedores no son aquéllos que están siempre aferrados a sus bienes; ni los que se pasan la vida rezando con las cuentas secas del deber; son aquéllos que aman porque viven, y vencen de veras porque de veras se dan; los que aceptan el dolor con toda su alma y con toda su alma separan el dolor; los que crean porque conocen el secreto de la única alegría, que es el secreto del desprendimiento."
Rabindranath Tagore
Mi querido Winston, gracias por ayudar con tu ejemplo y con tu palabra, a construir un mundo de vencedores. Para ser de este tipo de vencedores hay que SER. Un abrazo. Carmen Rojas Larrazabal

Los Pollitos Dicen dijo...

MUY INTERESANTE LO QUE PLANTEA PROFESOR, YA QUE VIVIMOS EN UN MUNDO DE APARIENCIAS DONDE EL TENER LO ES TODO PARA ENTRAR A ESE MUNDO!! UN MUNDO DE DISCRIMINACIÓN DONDE NO TODOS SOMOS IGUALES... Y DONDE TODO LO QUE IMPORTA ES CUANTO DINERO TENGA EN LOS BOLSILLOS PARA VER SI PUEDE SER MI AMIGO,, :( ES TRISTE PERO ESA ES LA REALIDAD__

David Buelvas Aparicio dijo...

Me parece muy buena la idea planteada,en realidad estamos en un mundo vicioso el cual vive cada vez mas de los placeres materiales, a diestra y siniestra sin ni siquiera saber el rumbo a donde va, así somos los seres humanos poseemos una gran avaricia si se le puede llamar así ya que no buscamos la superación propia sino la del progimo, ya no saseamos nuestra sed sino que vivimos de apariencias con el fin de llenarle el ojo al "vecino".mucho materialismo y poca tranquilidad y felicidad interior o espiritual...

Nathaly Ceballos dijo...

En un libro de filosofía observe la la publicación de un articulo periodístico titulado "NOS ASALTO LA CULTURA LIGHT" básicamente hablaba sobre la manera de vivir, ser y actuar que tomamos hoy día como sociedad. encuentro entonces una relación entre aquel articulo y el publicado en este blog,somos gente de vicios comerciales, así debemos ser llamados, podemos denominar que el placer y la costumbre que nos motiva atener mas de lo que el otro tiene, esta siendo pieza fundamental de la cultura, una cultura nueva sumergida en la mercadotecnia.

Nathaly Ceballos dijo...

En un libro de filosofía observe la la publicación de un articulo periodístico titulado "NOS ASALTO LA CULTURA LIGHT" básicamente hablaba sobre la manera de vivir, ser y actuar que tomamos hoy día como sociedad. encuentro entonces una relación entre aquel articulo y el publicado en este blog,somos gente de vicios comerciales, así debemos ser llamados, podemos denominar que el placer y la costumbre que nos motiva atener mas de lo que el otro tiene, esta siendo pieza fundamental de la cultura, una cultura nueva sumergida en la mercadotecnia.